El internet imaginado de Luis Orrego Luco por Roberto Pliscoff

(Un teclado y una pantalla steampunk de Jake von Slatt)

INTERNET. Red informática mundial, descentralizada, formada por la conexión directa entre computadoras mediante un protocolo especial de comunicación.(RAE. Termino aceptado el 2004/01/07.)

Una cuestión que siempre ha atraído a los entendidos y sobre todo a los fans de la literatura chilena de Ciencia Ficción, es determinar cuál fue el primer cuento escrito en Chile que podría encuadrar en los temas que hoy se reconocen como propios de la literatura de ciencia ficción y, por supuesto, quien fue su autor, el año en que se escribió y cuando se publicó.

Para dar respuesta a esta inquietud he analizado la obra literaria de muchos escritores que, en el siglo XIX, centraron su producción literaria en los cuentos. De esta investigación he colegido que, aparte de una que otra excepción la facultad innovadora y el uso de las tecnologías, temas tan propios de las obras de ciencia ficción, no han estado presentes en la narrativa de los dramaturgos decimonónicos chilenos, cuando su producción literaria estaba más orientada a temáticas tradicionales chilenas centradas en asuntos del diario vivir, del romanticismo costumbrista o sobre temas militares.

La excepción, y aquí lo presento como el primer cuento chileno cuya temática se encuadra dentro de los parámetros de ciencia ficción, es el relato que lleva por título: “Historia Inverosímil”, relato del escritor Luis Orrego Luco (1), quien, en el año 1887, desarrolló un cuento que, en su narración, utiliza la tecnología de punta más revolucionaria de la época, el Telégrafo Eléctrico (2) , conjunto de equipos y tecnologías que, tal como la red en que se soporta su operatividad el sistema de Internet de hoy, en los años en que fue escrito el cuento, abarcaba todo el planeta interconectando todo punto habitado del planeta como la primera gran red global de Telecomunicaciones.
En el Telégrafo eléctrico tenemos Pulsadores Telegráficos, cables de transmisión y las baterías como el Hardware y el código Morse como el Software; en Internet tenemos computadores como terminales, cables de transmisión, energía de redes y como Software sistema TCP/IP.
Al leer el cuento podemos apreciar que, sin esos equipos y tecnologías el relato en cuestión nunca podría haber sido concebido ni menos escrito ya que la temática principal se valida por existencia de “la conectividad de las redes en tiempo real”.

La narración en cuestión es breve- solo comprende 20 páginas – y es uno de los 19 cuentos que conforman la antología “Paginas Americanas”, compilación de los cuentos escritos por Orrego Luco entre los años 1887 y 1891 y editada en España en 1892.

Pero, ¿quién fue este destacado intelectual decimonónico? En Memoria Chilena se señala:

Natural de Santiago, nace el 18 de mayo de 1866, hijo menor de una de las familias más estimadas de la época, se educó en Chile y Europa, lo que le otorgó una mejor instrucción y el conocimiento de varios idiomas.
Terminada su enseñanza básica, ingresó a la Universidad de Chile donde se tituló de abogado en 1887. Sin embargo, a pesar de haber estudiado dicha carrera, optó por dedicarse a la escritura, oficio que le sirvió para abarcar sus intereses más diversos. Así, Luis Orrego Luco desde el papel y las palabras supo satisfacer sus ansias políticas e intelectuales, convirtiéndose en uno de los mayores cronistas de la realidad de una época.

Otras obras literarias de Luis Orrego Luco fueron El gobierno Local y la descentralización (1890); Un mundo muerto (1893), donde refiere el fin de los imperios europeos y sus novelas: Un idilio Nuevo (1892), El tronco herido (1929) y Playa Negra (1947). Sin embargo, su obra más calificada es Casa Grande, que publica cuando tiene 81 años; y su antología mas imaginativa, la ya mencionada Paginas americanas.

Para definir de mejor manera el momento el momento literario donde se publica el cuento Historia Inverosímil, es importante señalar que, en esa época, en varios países de las América ya se estaba incursionando en la forma literaria del cuento en temas de fantasía o, mejor dicho, con palabras de hoy, de ciencia ficción; son los casos en Argentina, de Eduardo Ladislao Holmberg, con su cuento Horacio Kalibang o Los Autómatas de 1879; en México, Pedro Costera, con su cuento “Un viaje celeste”, de 1872 y en Uruguay, Francisco Piria, con “El socialismo triunfante o Lo que será mi país dentro de 200 años”, de 1898, lo validan. (3)

Pero, regresemos al cuento Paginas Americanas, donde en el relato se señala:

Durante mi residencia en Paris en 187… fui testigo de un suceso de lo más singular. Era entonces un niño, aunque tenía todas las pretensiones de un hombre y acompañaba a mi madre en todas sus visitas sociales.
Un martes, día de recepción en casa de la señora C…, americana algo avanzada de edad, Asistieron a casa de esta un mayor número de personas que otras veces.

Luego, en el texto se describe la situación de la reunión, muy en el contexto social de la época: Una joven canta, una dama toca el piano y un formal caballero habla sobre las novedades científicas del día. Y prosigue el relato:

A las diez y media nos servíamos un té exquisito que había recibido directamente de la India la señora C… con grandes recomendaciones. Mientras lo tomábamos, la conversación recayó sobre magnetismo, y el barón Reynald aprovecho la ocasión para exponer sus teorías. He hecho un descubrimiento, nos dijo, que se relaciona con el hipnotismo y demás ciencias magnéticas.
Ustedes se ríen, como se han reído muchos otros que ahora tienen fe ciega en la verdad: El magnetismo, la influencia de cierto fluido animal existente en el hombre, no es discutido por nadie a la fecha. Puede ser que algunos duden de que por medio del magnetismo sepamos los acontecimientos futuros y de que nos pongamos en comunicación con los espíritus; pero lo que es indiscutible y ha quedado demostrado por la ciencia, es la existencia de un fluido que comunica una persona á otra, haciendo que la más débil ceda á los impulsos del más fuerte. Mi teoría parte del hecho, reconocido por la ciencia, de un fluido nervioso.
—De manera que, si nosotros quisiéramos comunicarnos con la India, ¿podríamos hacerlo en este mismo instante? Pregunto una acongojada niña, pensando en su amor distante.
—Sin duda respondió el señor Reynald – podríamos hacerlo con toda facilidad.
—¿De qué manera?
—Todas las personas presentes, uniéndonos de la mano y concentrando toda nuestra voluntad con ese fín, ejerceríamos presión sobre el empleado de turno en el Telégrafo central. La voluntad de este cederá a la nuestra, y unida á ella dominaremos la del empleado correspondiente en el Telégrafo Moral, nos comunicaremos con Lyon, Génova, Roma, Suez, Adén y la ciudad de la India que ustedes quisieran.
—¿Y quien nos diría lo que sucede en esta ciudad de la India?
—La persona más nerviosa y más débil de las que se encuentran reunidas. ¿Quieren ustedes hacer la experiencia?

Y, de esta manera, utilizando a la bella joven como médium computador, se conectan a la red mundial del Telégrafo -hoy Internet-; los telegrafistas de las estaciones en las distintas ciudades actúan como repetidores de la señal, y una vez en la ciudad de Singapur, utilizando un transeúnte como cámara de video, para ver el que hacer de la ciudad. Lo que sucedió luego…, queda para la lectura del cuento.

Roberto Pliscoff, 2019.

Ficha Técnica del libro.

Título: Paginas Americanas. Antología de 19 cuentos.
Editorial: Sucesores de Rivadeneyra. Imprenta de la Real Casa, Madrid, en el año 1892.
Formato: 165mm de alto por 105 de frente. 237 páginas.
Tapa: Dura.

Primera pagina de la antología «Páginas amarillas»

Se puede obtener copia del libro en www.memoriachilena.cl 

(1) Luis Orrego Luco. Abogado, Escritor, Diplomático y político Radical

(2) Para algunas fuentes fue Joseph Henry en 1829, sin embargo, se le atribuye a Samuel Morse (1791-1872) que fue quien inventó el telégrafo; el mismo del código Morse, el primer sistema binario de comunicación que se basa en puntos y rayas. Su invención data del año 1835, en los Estados Unidos.

(3) Revista CHASQUI; revista de literatura latinoamericana. Volumen 29, Numero 2, noviembre 2000. Editor David William Foster, Arizona State University.

Roberto Pliscoff Vásquez nace en Talca, en junio de 1944, es casado y tiene dos hijos, un nieto y una nieta. Por la profesión y actividades de sus padres desde niño estuvo rodeado de un ambiente en donde la cultura. Revistas chilenas como El Peneca y El Okey, además de cómics mexicanos, le permitieron conocer las primeras historias gráficas de CF. En la estación de trenes de Chillan en el invierno de 1957, ve un pequeño libro con una atractiva portada: El camino sin fin, de Clark Carrados (Colección Espacio, editorial Toray, 1956), y la pasión por la CF se desató. Con los años, las inquietudes intelectuales se complejizan, los autores consagrados como Ray BradburyIsaac AsimovMichael MoorcockBrian Aldiss, y Robert Silverberg, fueron planteando el futuro de la humanidad en distintos modelos de sociedad, logrando con ello respuestas no solo para el ser humano, sino cómo serían las sociedades que se establecerían. Pero no solo la lectura fue el atractivo para conocer el mundo de la CF, sino el atesoramiento de las obras que se publicaban sobre el tema en idioma español, llegando a tener hoy una biblioteca de más de 2.000 textos sobre el tema, donde se destacan las más de 200 obras de escritores chilenos, donde la primera es del año 1826, y muchos de estos textos son ejemplares únicos.

Publicado por ALCIFF

Asociación de Literatura de Ciencia Ficción y Fantástica Chilena. Fundada el año 2017.

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