No es sorpresa para nadie que mi libro
Luciérnagas Sangrientas tiene muchas influencias del cine de terror ochentero, caracterizado por la brutalidad de las escenas y un equilibrio sutil entre comedia y suspenso, siendo un género valiente que se atreve a traspasar los límites y situar a los protagonistas en situaciones completamente bizarras y desoladoras. En algunas ocasiones la trama va acompañada por un mensaje crítico a la sociedad contemporánea que rodea la película, tal es el caso de las películas de
George Romero, donde lo que prima son las interacciones humanas y los
zombies son el detonante para descubrir cómo reaccionan las personas ante una situación apocalíptica, pero en otras es más un festín de muertes donde tarde o temprano el último sobreviviente enfrentará al monstruo.
El género de terror explora nuestros límites, nos asustan pero de alguna forma las disfrutamos. Según
Tobe Hopper, director de “
La Masacre de Texas” (1973) “
las películas de terror son una catarsis, necesitamos sacar esa energía” (
i), muy similar a la risa. Utilizamos los sustos para liberar estas energías y a la vez puede ser un buen elemento para liberar estrés y continuar con nuestra vida. Vamos al cine a ver películas de terror impulsados por el morbo, para poner a prueba si de verdad nos asustamos, buscamos reafirmar nuestro coraje y valentía al exponernos ante una historia donde el terror está al acecho en cada plano, escena y toma. Para terminar (como señala
Stuard Gordon, director de «
Re-Animator«): “
En el cine de horror siempre hay una oportunidad de sobrevivir a las pesadillas, de enfrentar al villano y sobrevivir, para finalmente decir sigo aquí” (
1).
El factor sorpresa siempre está presente en este género cinematográfico, a pesar de que con los años se ha creado una formula evidente muy característica del subgénero slasher: grupo de amigos, cabaña en el bosque, psicópata con máscara, masacre, orden de muertes que varía entre qué tanto la audiencia puedan soportar a personajes patéticos, enfrentamiento final entre el psicópata y la “final girl”, quien revela ser más valiente que cualquiera de los demás. Este último es uno de los elementos que más me apasionan del cine del terror. Tenemos a una chica tímida, virgen e insegura en la mayoría de los casos, que pareciera no querer estar ahí, pero termina haciendo frente a la mayor amenaza de toda la trama.
Es esta valentía oculta en los personajes más inesperados que me impulsó a desarrollar mejor a ciertos personajes con los que empatizaba. Tal es el caso de un personaje de mi libro:
Harold, quien es netamente un
friki. Un inadaptado social que tiene miedo de hablarle a la chica que le gusta y sus incomodidades lo hacen frustrarse consigo mismo, pero cuando la invasión de luciérnagas llega a
Ciudad Kane y las horas pasan, vemos como
Harold, impulsado por sus amigos y hermano mayor logra ser un héroe, enfrentando amenazas aún más grandes que lo que solía ser su miedo más profundo, como dice la canción de
David Bowie, “
We can be heroes just for one day”.
—¿Qué harás ahora, Harold?
—Iré junto a mi hermano en el escuadrón del oficial Savage para limpiar Colina Fiestera.
—Oh, Harold, ¿aprendiste a usar armas?
—Bueno, siempre he tenido ganas de usarlas, desde que mi hermano se hizo policía. —Recordó un momento incómodo y se puso a reír—. Cuando él no estaba en casa, yo tomaba una de sus armas y me ponía frente al espejo, si polera y con rostro “amenazante”.
Rose rió sorpresivamente, acción que pensaba que nunca volvería a realizar después de la terrible noche por la cual toda la ciudad había sufrido. Harold era un tipo extraño, pero no era una mala persona y su verdadera valentía comenzaba a surgir con el apocalipsis. (2)
Es por esto que lo que más disfruto del cine de terror, y la razón por la que me inspira a escribir, es el mensaje de esperanza que presenta. Así es: Esperanza. No, no me confundí con una película de drama y superación personal o con alguna donde actuó
Robin Williams o
Tom Hanks. No, en el cine de terror hay un mensaje esperanzador que te dice a gritos que cualquier persona, independiente de sus capacidades, sea como sea, puede enfrentar los mayores miedos que una mente puede imaginar. Sobrevivir a la masacre, encontrar su coraje y masacrar al monstruo que tanto daño hizo. Reafirmo esto con la cita de mi director de cine de terror favorito,
Wes Craven, el creador detrás de increíbles obras audiovisuales como “
Nightmare on Elm Street”, “
Scream” y “
The Hills Have Eyes”, “
Haces historias donde lo peor que puedes imaginar es confrontado por un personaje con el que simpatizas y en ese sentido el mensaje de las películas de terror es la esperanza”. (
3)
Es ese conflicto al que se enfrenta el o la protagonista, quien nunca deja de luchar incluso cuando sus seres queridos van muriendo en el transcurso de la cinta. Lo seguimos en su tortuoso viaje, nos enfrentamos a las amenazas junto a ella o él, ya sea un psicópata inmortal que no puede ser abatido o una criatura de otro mundo que absorbe a todo quien pasa por su camino. Es ese uno de los mensajes que el cine de terror me inculcó desde muy pequeño y lo trasmití en mi novela Luciérnagas Sangrientas. Se trata de luchar contra las infinitas amenazas que la vida puede entregar y nunca rendirse. Encontrar soluciones a los problemas, respirar, tomar las armas y enfrentar los monstruos que invaden tu ciudad.
Francisco Traslaviña, 2019.
(
1)
Master of Horror (2002);
Mike Mendez,
Dave Parker.
(
2)
Luciérnagas Sangrientas (2018);
Francisco Traslaviña,
Puerto de Escape.
(
3)
Master of Horror (2002);
Mike Mendez,
Dave Parker.
(
i)
Master of Horror (2002);
Mike Mendez,
Dave Parker.
Junten humanos combatiendo contra monstruos, mucha sangre, acción y referencias a la cultura popular de por medio y todo esto narrado con sarcasmo de forma acelerada y posiblemente estén dentro de una novela de Francisco Traslaviña. Su primera novela surgió durante una extensa toma estudiantil, tenía una enorme cantidad de tiempo libre y se le habían acabado las películas, series y libros que apreciar. Era su momento de escribir su propia historia de horror con mucha acción y sutiles pizcas de ciencia ficción. Esa historia surgió bajo el nombre de Luciérnagas Sangrientas: Halloween en Ciudad Kane (Puerto de Escape, 2018).
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