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Taller creación de mundos en la biblioteca municipal de Arica. |
Entre el jueves 8 y el sábado 10 de agosto se realizó en Arica el Encuentro Literario en el Norte dedicado a la Ciencia Ficción Chilena, evento organizado por la Ilustre Municipalidad de Arica con el apoyo de la Biblioteca Municipal, donde se realizaron las distintas actividades.
No puedo dejar de mencionar a Connie Tapia Monroy, quien fue quien ideó e hizo realidad este proyecto. Mis agradecimientos a ella especialmente, con lo que creo representar también a Luis Saavedra y Francisco Ortega. Los tres fuimos convocados por Connie Tapia para hablar de ciencia ficción, y fue lo que hicimos. Eso y mucho más.
Debiera partir de inmediato exponiendo sobre las actividades en que participamos, pero no. Es que no puedo dejar de referirme a la generosidad con que fuimos recibidos y atendidos por la Municipalidad de Arica, quienes dispusieron de transporte para nuestros traslados y nos alojaron en el precioso Hotel Arica, con vista al mar y a pasos de la playa. Pisco sour de bienvenida también incluido.
Con Luis llegamos temprano el día jueves, Francisco se nos unió al día siguiente. Después de descansar y almorzar, nos reunimos para dar una última mirada a lo que pretendíamos realizar en nuestra primera actividad oficial, que se venía esa misma tarde: el Taller de Creación de Mundos para público general.
Creación de Mundos
La planificación de este taller estuvo a cargo de Luis y se llevó a cabo en el aula del tercer piso de la Biblioteca. Allí concurrieron unas treinta personas.
Tras las presentaciones, se realizó una introducción conceptual, donde se trató la importancia de una buena construcción de universos a la hora de escribir una historia de ciencia ficción o fantasía. Se mencionaron algunos ejemplos clásicos, como El Señor de los Anillos y Dune, para luego desarrollar un pequeño taller donde se desafió a los asistentes a utilizar las herramientas presentadas partir de un escenario inicial ofrecido por los expositores.
Dicho escenario sólo pretendía acotar el marco creativo y las pistas dadas sobre el mismo fueron muy escuetas, excepto cuanto a exponer explícitamente una situación histórica capaz de gatillar los muchos posibles argumentos.
Y eso fue lo que sucedió. Los participantes del taller no sólo describieron el mundo que había crecido en sus mentes y su imaginación a partir del contexto inicial, sino que resultaron incapaces de limitarse a aquello y muchos decidieron esbozar los argumentos a los que esos mundos invitaban. En definitiva, una experiencia de creación, tanto para los participantes como para los expositores, y con resultados muy interesantes y originales.
Luego del Taller fuimos escoltados por Connie y algunos de sus amigos hacia La Posta. Un particular bar de la ciudad, ambientado como si fuera un establecimiento hospitalario, y donde hasta los garzones atienden con batas blancas y estetoscopios. Por supuesto, no es el propósito de esta crónica detenerse en rememorar detalles sobre lo que sucedió en aquel lugar, de todas maneras bastante confusos en mi memoria. Basta con decir que es una parada obligatoria para cualquiera que visite Arica en plan bohemio. El problema, claro, es que hay que saber dónde está y cuál es la contraseña para entrar. Y hablo en serio.
Estructura y Argumento
Segundo día en Arica, y hubo que levantarse temprano porque teníamos que estar temprano de nuevo en la Biblioteca para coordinar el Taller de Estructura y Argumento. Esta vez se trataba de una actividad para estudiantes de colegios de la ciudad que se habían inscrito previamente. Con la asistencia garantizada, el desafío era, por supuesto, captar la atención y mantener el interés de los jóvenes y adolescentes que iban a repletar el espacio disponible. Casi un centenar de muchachos y muchachas concurrieron al Taller, lo que incluso puso a prueba las capacidades logísticas de los organizadores.
La planificación de este segundo taller estuvo a mi cargo. Decidí apostar por una estrategia muy conocida y utilizada por editores de revistas de ciencia ficción y fantasía, que consiste en presentar una imagen llamativa y provocadora, e invitar al escritor a construir un relato a partir de ella. Se eligieron nueve imágenes, que mostraban batallas espaciales, planetas desde su órbita, robots, criaturas fantásticas y los más típicos arquetipos del género, con la instrucción agregada de que se trataba de la última escena de la historia. La idea era construir argumento hacia atrás, a partir de preguntas como: ¿Quiénes son esos personajes?, ¿qué sienten?, ¿cómo llegaron allí?, y otras parecidas.
El público nuevamente resultó extremadamente receptivo e interesado en la actividad propuesta, y el resultado fueron decenas de pequeños resúmenes de historias sobre futuros posibles y de personajes dentro de esos futuros.
Ese día nos reunimos con Francisco Ortega a la hora de almuerzo en el hotel. Más tarde, La Licuadora, el colectivo de creación literaria encabezado por Connie, nos invitó a la celebración de su primer aniversario oficial. Por supuesto, asado. Un excelente asado, buena conversación y muchas risas. Como ya iba haciéndose costumbre, llegamos bien pasada la medianoche a nuestros cuartos del hotel.
Conversaciones en la Radio y la Biblioteca
Al día siguiente, ahora si los tres, debíamos concurrir a la Radio Cappissima de Arica. Allí fuimos entrevistados por Cecilia Acuña, durante casi una hora, en lo que terminó siendo una amena conversación sobre fantasía y ciencia ficción, sobre la ALCiFF, y sobre nuestros propios proyectos. Fue también una oportunidad para conocernos mejor entre nosotros, especialmente a Francisco, que era la primera vez que me encontraba con él. Con Luis, claro, somos viejos conocidos de hace ya tres décadas.
Luego de esto, nos separamos. Luis y Connie partieron a una famosa feria de la ciudad y con Francisco decidimos volver a hotel, a pie, recorriendo el centro de Arica, por abajo del Morro y la playa.
Almorzamos y luego cada cuál a sus propios asuntos y a prepararse para lo que sería el conversatorio de ciencia ficción.
Este conversatorio consistió de dos partes principales. Primero, junto a los escritores ariqueños Camilo Montecinos y Daniel Olcay, respondimos las preguntas de la moderadora, Orfa Ferrada, referidas a distintos aspectos de la creación y la contingencia literaria. Cada uno de nosotros contaba con algunos minutos para responder, lo que dio lugar a interesantes argumentos sobre cada una de las cuestiones planteadas. A veces estábamos todos de acuerdo, pero a veces pudimos constatar distintas miradas y contraposiciones en un mismo tema, lo que nos mostró al mismo tiempo, la unidad esencial y también la diversidad dentro de nuestros géneros.
Luego, en una segunda instancia, Luis Saavedra realizó una entrevista a Francisco Ortega, donde se destacaron varios aspectos de la obra y la historia personal del escritor de Logia y otras novelas de renombre.
Esta fue la última actividad del programa del Encuentro en el Norte. Después volvimos al hotel, dormimos y partimos temprano al aeropuerto, de regreso a Santiago. A modo de conclusión, señalar que fue una experiencia muy entretenida y enriquecedora para quien escribe y, estoy seguro, también para quienes me acompañaron. Espero que haya sido también del agrado de quienes asistieron a las distintas actividades y que haya servido para generar algún tipo de reflexión en torno a la importancia de la ciencia ficción y géneros afines.
Rodrigo Juri es chileno, ingeniero agrónomo, economista y escritor de ciencia ficción. Fue becario de investigación en la Universidad de Sophia, Tokio. Cayó en la ciencia ficción gracias a Star Wars, en 1977. Poco después descubrió la colección de revistas Más Allá, que guardaba su tía, y desde entonces es un fan incondicional. En 1989 participó junto a Luis Saavedra en un fanzine de poca vida, donde publicó su primer cuento, «Como Peces en la Red«, que con el tiempo también fue publicado en España, Italia y Francia (en esta última en una antología de CF latinoamericana). En el año 2007, participó como miembro del Comité Organizador de la Nippon2007, la Convención Mundial de CF que se realizó en Yokohama. Sus funciones fueron primero como “Fan Table Coordinator” y luego como parte del equipo encargado de la Ceremonia de Premiación. Esta experiencia fue la culminación de sus sueños de infancia. Comparte su vida con su esposa Ximena y su hija Evelyn. Ha publicado en 2019 su primera novela de ciencia ficción, El Último Horizonte de la Noche, y que está disponible en Amazon.