Julio Verne: Su obra y sus relatos sobre Chile

Resumen

Chile, por su extrema geografía, con los desiertos más secos del mundo en el norte y los climas más intensos en el extremo sur, ha sido escenario de muchas obras literarias; sin embargo, poco se sabe que Julio Verne, quien en sus obras desarrolló la literatura de la ciencia, utilizó a nuestro territorio como el escenario de varias de sus obras, en especial aquellas donde su tema central era el mar y los territorios geográficamente aislados. En estos lugares Verne ubica los escenarios de la lucha del ser humano contra la naturaleza y contra sí mismo.

El presente artículo muestra quién fue Julio Verne, su obra literaria en general y profundiza las novelas donde Chile, con «su loca Geografía» son parte importante de la trama, describiendo con ello cuál era la visión de nuestro país, para un gran escritor de lo fantástico como fue Julio Verne.

I. Introducción

A diferencia de quienes forman la generación del siglo XXI, donde lo fantástico y el medio planetario es parte de lo cotidiano, para quienes vivíamos en la mitad del siglo XX la experiencia de lo fantástico y lo exótico lo lográbamos mediante la lectura de libros, y para cumplir estos objetivos, las primeras obras que tuvimos ante nuestros expectantes ojos fueron las de Julio Verne[1], un escritor francés que, al entender nuestro, componía novelas para jóvenes que poseían inquietudes en temas científicos, de aventuras y en especial «del futuro».

Estos temas, en los cuales ya nos habíamos iniciado, con la lectura de las revistas de historietas, con héroes como: Brick Bradford, Superman, Roldan el Temerario o el Capitán Marvel, se editaban como publicaciones temáticas quincenales o estaban incluidos, en las publicaciones chilenas de la época, como el Okey y El Peneca. También ayudaron estos impresos a crearnos la expectativa en el futuro que viviríamos y que imaginábamos muy distante y desafiante como el mítico año 2000; que era una fecha muy lejana, borrosamente precisada en el tiempo y en el espacio, pero sin duda era parte de nuestros sueños más imaginativos.

Otro medio de difusión, no tan revelador como la lectura, que nos incentivaba la imaginación sobre el porvenir de nuestras vidas, era el mundo cinematográfico, cuyas creaciones, las películas y las seriales, se proyectaban durante las matinés dominicales en los cines en funciones rotativas, cuya cartelera exhibía a muchos de los hoy llamados superhéroes, todos magníficos, pero ninguno superó a Flash Gordon quien fue el gran ídolo de nuestra época que combatió contra el malvado Ming, en el planeta Mongo, en un deslumbrante blanco y negro.

II. El responsable de la Ciencia Ficción

Con nuestra mente alborotada por imágenes de aventuras, de nuevos conocimientos y de lugares exóticos, originadas por las imágenes que se mostraban en revistas y en el cine, buscamos ansiosamente como «aterrizar» esta inquietud; lo que logramos con la lectura sobre lo extraordinario, lo fantástico y lo desconocido, cuando llegaron a nuestras manos las obras de  Julio Verne, decimonónico escritor, quien con su serie de obras ordenadas bajo la denominación Viajes Extraordinarios, dio la gran respuestas a todas estas utopías.

Las temáticas que Julio Verne difundió, por medio de sus obras. contribuyeron a la literatura mundial en general y a la literatura de divulgación científica en particular, libros que creó, redactó y editó bajo su directa responsabilidad entre los años 1863 y 1905, y que, después de su muerte, su hijo Michel Verne publicó hasta el año 1919, las que sumaron un total de sesenta y cuatro obras[2].

Sin embargo, hay que ser ecuánime y no dejar de referirnos a quien tuvo la genial idea de cómo difundir la obra de Julio Verne, este fue el editor parisino Pierre-Jules Hetzel[3], quien, para llevar a la realidad el proyecto de los Viajes Extraordinarios, firma un contrato con el dramaturgo por veinte años, prorrogables, en los que se compromete a publicar anualmente tres de sus obras. El Editor asegura al pago de 1.925 francos por trabajo; este acuerdo es el certificado de nacimiento del género literario denominado «la novela de la ciencia» e implícito en ello, nacerá la literatura de Ciencia Ficción.

Es por ello que Julio Verne es recordado hoy y, también lo será mañana, por estos Viajes Extraordinarios cuyos contenidos sucintamente se puede señalar que destacan tres aspectos notables: Primero, el humanismo, doctrina que busca basar la formación del hombre en todo aquello que lo hace más «humano»; lo segundo, los aspectos científicos que impregnan sus páginas, ideas resultantes de la explosión de ciencia y la técnica que, en Europa y EE.UU. en el siglo XIX eclosionaron con particular fuerza e intensidad; y, lo tercero, la Geografía, disciplina que precisamente en esa época se convierte en un conocimiento vivo, fruto de las expediciones de científicos y exploradores que viajan por todos los rincones de la Tierra.

Hay que señalar que Julio Verne, con diversos personajes que descollaban en el firmamento ilustrado de la Europa del siglo XIX, formó El Club de la Prensa Científica, cuyos socios fueron importantes exploradores y viajeros que, desde Francia, en los siglos XVIII y XIX, recorrieron apartados países o exploraron territorios que recién se conocían sus existencias. Los más destacados son sin duda: el Geógrafo y explorador Alexander Van Humboldt, el aeronauta Nadar[4], el viajero e ilustrador Jacques Arago[5] y en especial, el gran geógrafo Elysèe Reclus[6] quien entre los años 1860-1895 recorrió Norte América, Sud América y visita Chile en el año 1893, en especial sus territorios australes.

III. La obra de Julio Verne

Tal como ya lo he indicado, las obras literarias de Julio Verne, tanto las del género narrativo como las del género dramático, las escribió entre los años 1846 y 1905 y, de acuerdo a su naturaleza, se pueden agrupar en la siguiente categorías: 17 cuentos[7] con temática diversa; 4 obras que se podrían encasillar en que su contenido está centrado en hechos históricos o en temas de la Geografía; 25 obras teatrales y musicales y por último, las 64 novelas relacionadas con la serie los Viajes Extraordinarios.

En cuanto a sus ediciones, estas fueron realizadas en idioma francés con la directa participación del autor. Luego de su fallecimiento, el 24 de marzo del año 1905, su hijo Michel Verne edita 9 novelas más, utilizando los manuscritos originales del escritor o adaptaciones que él realiza por su propio entender. Hay que señalar además que tres de sus obras, una escrita en el año 1861, Paris au XXª siècle, la segunda, escrita en 1872 Una fantasía del doctor Ox y la tercera entre los años 1897/1898 En Magallanie, fueron publicadas en los años 1994, 2011 y 2021 respectivamente y que En Magallanie se edita en español con el nombre de El Ácrata de la Magallania[8].

IV. Julio Verne y la Geografía

En el siglo XIX surge, como consecuencia de la evolución de las sociedades europea y norteamericana, un tipo de literatura que se ha denominado de «divulgación científica» en cuya génesis influyen de manera destacada dos ideas intelectuales muy en boga en esa época:

  • El Socialismo Romántico, que pone su énfasis en la ciencia y la industria como elementos que habrían de guiar al hombre hacia un porvenir de felicidad y armonía, dentro de un inquebrantable progreso material y moral.
  • El Positivismo, que lleva consigo una nueva visión del mundo y una nueva manera de actuar en todos los campos de la actividad humana, con ello la razón se convierte en el único principio válido. En la literatura, las ideas positivistas de Comte en la literatura, influirían en la aparición de un nuevo tipo de novela, la novela «realista», basada en una completa verosimilitud de todos los elementos que se describen.

Sin embargo, no sería justo adjudicar, solo al auge científico y tecnológico del siglo XIX, a la aparición de la temática de la divulgación científica en la literatura, es más realista afirmar que es, en este siglo, cuando germina una verdadera necesidad de universalizar los conocimientos generados por la ciencia, exigencias que estaría vinculada con la formación del hombre del mañana y la sociedad futura.

La serie de los Viajes Extraordinarios germinan en este momento histórico, en el periodo en que la ciencia y la industria estaban en pleno florecimiento y renovación. En el caso de Francia, por el ambiente político creado bajo la dictadura de Napoleón III, parece cumplirse la profecía que había predicho Saint-Simon[9] de una «Nueva Edad de Oro».

Es, en este contexto, que las novelas de Jules Verne responden a un plan educativo diseñado por quien fue su único editor, Pierre-Jules Hetzel, y dirigido a la formación científica y valórica de la juventud.

El plan de ediciones de la dupla Verne-Hetzel, así concebido, consiste en lograr estimular el interés por la ciencia, divulgar los conocimientos científicos y formar a los dirigentes de la sociedad del futuro; pero, preferentemente crear una mística sobre la Tierra y sus infinitos lugares, que se pueden condensar en una solo forma: en la divulgación y difusión de la Geografía, noción que valida la obra de su máximo actor Elysèe Reclus quien desarrolla una autentica mística de la Tierra, donde sus principales obras: Geografía Universal y La Tierra, son verdaderos poemas, cuyo tema es la vida de un ser amado, nuestro planeta, y que uno no puede leerse sin sentirse subyugado por esta doctrina y su contexto.

Sin embargo, obraríamos mal en querer simplificar de este modo los Viajes Extraordinarios ya que no sólo consideran el saber científico, sino que pretenden, de forma preferente, formar a la juventud de la época en determinados valores como son: la Solidaridad, la Fraternidad y la Justicia. Valores estos, que responden a los ideales del socialismo romántico decimonónico.

V. Una definición necesaria

Con el objetivo de conceptualizar en la mejor forma el sentido de la obra de Julio Verne que nos convoca y que su editor Pierre-Jules Hetzel definió como los Viajes Extraordinarios, utilizaremos la definición de Michel Serres[10], que señala en su obra: Jouvences. Sur Jules Verne, París, Minuit (1974).

¿Qué es un Viaje extraordinario? El profesor Michel Serres nos lo define de las siguientes maneras: Primero, es un viaje ordinario en el espacio (terrestre, aéreo, marítimo, cósmico) o en el tiempo (pasado, presente, porvenir: Ayer y Mañana), un recorrido de tal punto dado a tal otro deseado; en segundo lugar, es un viaje enciclopédico: la Odisea es circular, recorre el ciclo de la Sabiduría; y por último, es un viaje iniciático en el mismo sentido que el periplo de Ulises, el Éxodo del pueblo hebreo o el itinerario de Dante.

Otra definición importante es que las novelas de Verne son novelas llenas de saber científico preparado para ser divulgado a todo el mundo, en resumen, enseñar sin dolor. El lector, a través de los Viajes Extraordinarios, y a diferencia de otras formas de familiarizar el saber, se introduce en la aventura aprendiendo por la propia experiencia. Recorre de la mano del iniciador el espacio de los conocimientos y del saber, todo ello sin perder de vista la Razón. De esta forma, las novelas de Verne responden a esa llamada positivista que inundaba la literatura de finales del siglo XIX.

Se valida mas aun lo expuesto cuando su editor Hetzel declara en el prólogo de sus primeras ediciones:

Las obras aparecidas y las que aún han de aparecer responden al plan general que el autor se propuso al dar a su obra el subtitulo Viajes a mundos conocidos y desconocidos. Su objetivo es, en efecto, compendiar todos los saberes geográficos, geológicos, físicos y astronómicos que la ciencia moderna ha recabado y reescribir la Historia del universo en el colorido y agradable estilo que le caracteriza[11].

Sin embargo, antes de iniciar nuestro viaje verniano por el mundo en manos de la ciencia, hay que destacar una actividad que complementa la validación de las formas y fondo de estos los Viajes Extraordinarios: ¡El periodismo!, el que Verne abraza con su pasión y dedicación habitual. Se asegura que el Verne que conocemos nunca podría haber sido tal sin haber sido periodista. Su habilidad y rigurosidad para la obtención de la información científica, siempre actualizada, le permitió tener un significativo y constantemente renovado archivo de fichas temáticas, las cual elaboraba en sus visitas a la Biblioteca Nacional en París, consultando miles de libros y publicaciones sobre todos los temas atingentes al desarrollo científico de la época. A su muerte, en su estudio estaban rigurosamente ordenadas 25.000 fichas con todo tipo de información. Un antecedente interesante de mencionar es que Verne utilizaba para sus descripciones geográficas de Chile los mapas que los comandantes ingleses: Philips Parker King y Robert Fitz-Roy, realizaron del extremo sur de nuestro país entre los años 1826 y 1831. Junto a estos cartógrafos está la detallada información que, Charles Darwin, obtuvo de la zona magallánica tras su viaje entre los años 1831 y 1836 y que detallo en sus libros: El origen de las Especies y Observaciones geológicas en Sudamérica.

VI. ¿Por qué Chile?

En los puntos anteriores he señalado el marco general del parqué de la obra de Verne, pero ahora intentaré puntualizar por qué varias obras, en mayor o menor extensión, se desarrollan en Chile y, como lo describiremos más adelante, en forma preferente al sur del paralelo 52º Sur en la Región de Magallanes y Antártica Chilena.

Julio Verne desde el momento que escribe su primera novela, en 1863, titulada Cinco semanas en Globo, se auto impone la exigencia de una gran rigurosidad en relación con los lugares donde se desarrollan sus relatos: Por esta razón, cuando leemos algunos de los títulos que describiremos, los lugares geográficos están perfectamente registrados y tienen los nombres con que hasta hoy los dominamos, la razón principal es que Verne era un acumulados de datos y antecedentes científicos que profusamente entregaban los científicos y estudiosos de la época.

Sin duda, Verne, se asesoró en sus relaciones con los principales geógrafos, exploradores y viajeros que eran parte del Club de la Prensa Científica quienes le describieron y documentaron el fascinante mundo geográfico de Chile en especial su austral territorio de Magallanes y Tierra del Fuego, lugares donde él como marino encontró subyugantes; en especial el Cabo de Hornos y los territorios isleños circundantes.

Es en este mundo de mares embravecidos, de vientos huracanados y condiciones geográficas extremas, donde ocho de sus obras se desarrollan parcial o totalmente. Pero también hay que señalar que Verne menciona a Chile en otras obras como la Vuelta al Mundo en ochenta días.

VII. Obras en donde Chile es parte de la trama y en especial de los dramas

Antes de centrarnos en los argumentos de estas obras debo señalar que, las obras de Julio Verne llegaban al ávido público lector en forma de folletos insertos en las siguientes publicaciones:

  1. Jounar de Dèbats politìques y littèraires, Paris.
  2. Magasin d`Education et de Recrèation (Magazín fundado por J.Hetzel para vender las obras de Verne al público por capítulos; las que luego las editaba como libros).
  3. Los diarios parisinos: Le Temps; Le Soleil; Le Jornal y Le Matin.

a. Los hijos del capitán Grant (1867)

El libro Los hijos del capitán Grant fue publicado por medio de folletos en tres distintos números de la revista parisina Magasin d`Education et Recreation entre los años 1865-1867 y luego como libro, por el editor Hetzel en el año 1868.

Su argumento, como muchas de las obras de Verne, son los acontecimientos en torno a viajes y aventuras y, en este caso, con un móvil clásico y profundamente humano: un anhelado reencuentro familiar, en este caso el de Mary y Robert hijos del capitán Grant, que parten en el yate Duncan en busca de su padre, que ha naufragado.

Un mensaje encontrado dentro de una botella, en la orilla del mar, les da la señal del posible lugar donde su padre naufragó: el Paralelo 37º Sur. Este indicio los lleva a viajar desde Glasgow, Inglaterra; a Talcahuano en Chile, a cruza el estrecho de Magallanes donde se describe en forma detalla la inclemencia del lugar y geografía. Después, de una acuciosa búsqueda en Talcahuano y Arauco, desisten en su empeño de buscarlo en las costas de Chile y deciden cruzar la cordillera para buscar, en la costa de la pampa argentina, un posible naufragio. Para lograr este objetivo realizan un azaroso cruce de la cordillera, que incluye un fuerte temblor, por el sector de las Termas de Chillán y el lugar que hoy se denomina paso Columpios. Además, describe a los mapuches o maluches, sus costumbres, su modo de vida y con una frase al final señala: «Los Mapuches tienen varios de los vicios de los hombres civilizados y una gran virtud: su deseo de ser siempre libres»[12].

b. Veinte mil leguas de viaje submarino (1869)

El libro Veinte mil leguas de viaje submarino es una de las obras literarias más conocidas del escritor y que dio a conocer desde 1869 hasta 1870 Una condición especial de esta obra es que fue editada primero en castellano y luego en francés.

Chile es representado cuando el Nautilus cruza desde las tierras antárticas, cercanas al Polo Sur, pasando por el Cabo de Hornos y sube por el canal Magdalena, donde avista el Monte Sarmiento y de ahí al Estrecho de Magallanes y el Atlántico. Además, se describe a sus pueblos originarios y su prodigiosa fauna y flora marítima[13].

c. Un capitán de 15 años (1878)

El libro Un capitán de quince años fue una obra publicada por entregas en la Magasin d’Éducation et de Récréation en 1878.

El relato describe las aventuras de un joven, Dick, que se ha embarcado con otros jóvenes en el velero Pilgrimrumbo a Valparaíso;  por un hecho trágico durante la navegación  Dick debe asumir el rol de capitán, con sólo quince años de edad. Sin embargo, por las malas arte de uno de los tripulantes, lo engañaron y terminó en África[14].

d. Robur, el Conquistador (1886)

El libro Robur, el Conquistador es una novela publicada en el Journal des débats politiques et littéraires en 1886.

Esta obra tiene como idea centro un conflicto que Verne observó de cerca y del cual tomo partido como fue la aeronavegación que era el vuelo con objetos más pesados que el aire y los aerostatos que eran los navíos más ligeros que el aire).

Robur es un ingeniero americano que construye una nave más pesada que el aire y similar a un helicóptero. La nave recibe el nombre de Albatros, como el ave marina que es capaz de volar durante largo tiempo y recorrer enormes distancias. Para demostrar la superioridad del Albatros, circunnavega el planeta desde París, al Polo Sur y luego de cruzar el polo, viaja hasta el Polo Norte.

En su viaje al Polo Sur, entra al Estrecho de Magallanes, en Chile y describe la Cordillera de San Gregorio, cerca de Punta Delgada; la Isla Hoste, islas Wollaston y el Cabo de Hornos[15].

e. Dos años de vacaciones (1888)

El libro Dos años de vacaciones es una novela publicada por entregas en el Magasin d’Éducation et de Récréation, en el año 1888.

Un grupo de catorce estudiantes de Auckland, Nueva Zelanda se embarcaron en la goleta Sloughipara celebrar el fin del año escolar. Sin embargo, en la noche antes de comenzar el viaje, un misterioso incidente hace que las amarras del navío al muelle se suelten dejando a los marinos de la goleta en tierra y los estudiantes a bordo, al mismo tiempo que un viento huracanado empieza a soplar, empujando el barco hacia el este. Incapaces de controlar la nave, los jóvenes se ven obligados a dejarse llevar por el viento intentando mantenerlo a flote: tras veintidós días de viaje marítimo, la nave acaba encallando cerca de una isla desierta. Esta isla deshabitada será su casa durante dos años, donde este grupo de jóvenes viven como una gran familia Robinson, fundando y desarrollando una colonia en la isla que bautizan isla Chairman.

Después de sus dos años en la isla, que luego identificarían como la isla chilena Hannover, construyen una chalupa que la dirigen al oeste, donde llegan a las islas que preceden a la entrada al Canal de Magallanes tercer sector occidental, como la isla Tamar y el archipiélago de la Reina Adelaida; según sus mediciones. Todo este trayecto Verne la relata con una detallada descripción de los sitios geográficos ubicados en la boca oriente del estrecho que, luego de pasar la península Crooker, cabo Forword y llegar a Punta Arenas, en la península de Brunswick[16].

g. El Faro del fin del mundo (1905)

El libro El faro del fin del mundoes una novela escrita por Julio Verne, corregida por su hijo Michel Verne y publicada en la Magasin d’Education et de Récréation en 1905 el mismo año, de la muerte de Verne.

La historia de la obra se desarrolla en los años 1860 en la Isla de los Estados, una isla deshabitada de la Tierra del Fuego, donde se confunden los territorios y los pueblos chilenos y argentinos; y además, los océanos Atlántico y Pacífico. La naturaleza desplegada en toda su dura majestad característica de la Tierra del Fuego y sus archipiélagos circundantes son elementos esenciales que dan vida a esta obra.

En esta comarca vivían un grupo de piratas que profitaban de los restos de los naufragios que ocurrían en las costas de la isla. El negocio de latrocinio se ve amenazado cuando se decide construir un faro en el lugar y así asegurar la navegación por los territorios marítimos de la isla. Así, el gobierno argentino construye y pone en funcionamiento un faro el que dejan al cuidado de tres fareros. Los piratas dan muerte a dos de ellos, y dejan con vida únicamente al jefe, Vázquez, que ha logrado ocultarse. El valeroso Vázquez trató entonces de sobrevivir en ese lejano paraje, y al mismo tiempo buscó la manera de terminar con las fechorías de los malhechores, lo que logró después de muchas peripecias[17].

h. Magallania; i. El naufragio del Jonathan; j. El ácrata de la Magallania[18]

Julio Verne escribió, en los años 1898 y 1899, una obra que se desarrolla por completo en Chile y en uno de los lugares geográficos que más utilizó el escritor para mostrar la naturaleza con todo su poder sobre los hombres, el Cabo de Hornos y su entorno geográfico.

Sin embargo, esta obra titulada En Magallania, al igual que otras escritas en los años cercanos a su muerte, fueron modificadas por su hijo Michel quien cambio por completo el sentido valórico e ideológico del contenido del borrador original. Este texto fue editado con un mínimo tiraje y luego desapareció del mercado literario; sin embargo, en el año 1909, fue publicado con numerosas modificaciones como fue el eliminar cinco capítulos y añadiendo otros veinte, lo que cambios en forma significativa el sentido ideológico de la obra. La novela salió de imprenta con el título de Los náufragos del Jonathan, siendo esta versión la que se ha traducido y publicado universalmente. Sin embargo, en 1976, el mayor experto y coleccionista en Julio Verne y su obra, el Conde italiano Piero Gondolo della Riva, encontró el original de En Magallanie, y lo editó en el año 1987; con posterioridad, en el año 2011, la editorial Erasmus de Barcelona, lo publicó el año 2011, en castellano con el nombre El ácrata de la Magallania.

Esta obra de 216 páginas, no solo describe profusamente los lugares geográficos con que hoy se le conocen como es: Tierra del Fuego, la Tierra de la Desolación, las islas Clarens, Hoste, Navarino, el archipiélago Wollaston, la isla Horno y su mítico Cabo, además detalla los hechos históricos que, en 1880, definieron los limites entre Chile y Argentina. Asimismo, cuenta la historia del héroe de la novela llamado Kaw-Djer (el benefactor), bautizado así por los Kawésqar y Yaganes a quienes protegía y prestaba desinteresada ayuda.

La trama de la novela describe como, luego del naufragio de un navío denominado Jonathan en la isla Hoste[19], la tripulación y los 4.000 colonos a bordo que se dirigían a Angola, son salvados por Kaw-Djer e instalados en la isla. Después de seis años donde, con la acertada guía de su salvador se organizan como una colonia primero y luego como un gobierno independiente, la República de la isla Hoste, baja la tutela y respaldo del gobierno de Chile, el cual concreta esta validación con la construcción de un faro en el Cabo de Hornos, punto extremo de la República como se menciona en el párrafo final de la obra:

A partir de aquí, un navío que llegase del oeste, tras haber sido guiado por el faro de la Tierra de los Estados en la extremidad del litoral fueguino, podría, poco antes de percibir las luces de la costa chilena, tomar contacto con ese faro de Hornos, erigido por los colonos de la isla Hoste, allí donde se encuentran las aguas del Atlántico y del Pacifico.

VIII. Conclusiones

Es evidente, que cuando Julio Verne ubicó la trama de ocho de sus novelas en Chile y especialmente al sur del paralelo 37º Sur y en forma preferente al sur del paralelo 52° Sur, no fue un capricho de, escritor, sino que existió la decisión de incluir en estos argumentos un territorio que él identificaba y conocía bien, no porque lo hubiera recorrido, que sin duda por su amor por el mar y los viajes lo hubiera realizado, sino porque poseía información de primera calidad de quienes en el siglo XIX mejor conocían esta zona que habían navegado y luego descrito en detalle  sus viajes, como Charles Darwin, los geógrafos Jacques Arago, Elisèe Raclus, los navegantes ingleses Philip Parker King (1826-1830) y Robert Fitz Roy (1834-1836), al mando de las naves Adventure y Beagle realizaron importantes levantamientos geográficos de la zona, donde describen  sus impresionante paisaje, su flora y fauna, tanto la que habitaba las extensas pampas de Tierra del Fuego, como las que pululaban en el mar magallánico. También hay que destacar sus relatos donde se describen modos de vida y costumbres de sus habitantes originarios, como: los Kawésqar, de las costas de Aysén y Magallanes; los Yaganes, pescadores y recolectores; los Selknam, cazadores terrestres; y los Tehuelches grandes cazadores en el mar y en la Pampa magallánica.

Por todo lo antes relatado no hay duda de que Julio Verne fue un divulgador de la ciencia y para Chile fue un vocero, en el relevante mundo decimonónico, de Nuestra Loca Geografía.

Roberto Pliscoff
Miembro ALCIFF


Notas del autor

[1] Julio Verne, nace en Francia, en la ciudad de Nantes, el 8 de febrero de 1828 y fallece en la ciudad de Amiens, Francia el 24 de marzo de 1905.

[2] Hay que señalar que lo obra creativa de Verne no solo se reflejó en estas temáticas, sino, que empezó al escribir siendo muy joven, y ya a los 20 años escribió su primera obra de teatro Les Pailles Rompues (Las pajas rotas). Luego continuo con operetas, cuentos, vodeviles y artículos en la prensa de la época.

[3] Jules Hetzel. (1814-1886), es un visionario editor parisino que descubre, en el primer borrador que le presenta Verne Cinco semanas en globo, la base de un gran proyecto de ediciones dedicado a la gente joven con el objetivo de mostrar las distintas ciencias que se iban desarrollo en el dinámico siglo XIX, como la Geografía y la Astronomía.

[4] Felix Tournachon, alias Nadar, es un producto genuino del dinámico siglo XIX. Escritor,pintor y un entuciasta de la navegación aérea con globos y dirigibles.

[5] Jacquues Arago (1799-1852). Fue políglota consumado debido a sus continuados viajes alrededor del mundo, de los que dejó constancia en numerosas obras, entre las que es justo señalar su peregrino y celebradísimo Viaje autour du monde, sans la lettre A, libro lipogramático de viajes escrito de principio a fin sin utilitzar la letra A. Su competencia como explorador y escritor no fue menor a sus dotes como dibujante, condición que le facilito el viaje junto al gran Claude-Louis Freycinet a bordo del barco Uranie. Ciego a los cuarenta y siete años, no por ello dejó de viajar, hasta tal punto que en 1849 emprende una segunda vuelta al mundo, dejándonos bellísimas páginas de Chile, Brasil y de sus escalas en las islas Marquesas, Nueva Caledonia, Tahití y Hawai.

[6] Eliseo Reclus, fue un geógrafo francés, miembro anarquista de la Primera Internacional, creador de la Geografía social. Sus innumerables trabajos sobre geografía humana y geografía económica están entre los mejor elaborados en la historia de estas ciencia

[7] Los Mejores Cuentos de Julio Verne. (2015) Editorial MESTAS EDICIONES, España.

[8] Acracia designa una concepción que niega la necesidad de existencia de cualquier clase de autoridad. Usada ampliamente como sinónimo de anarquía, sin embargo, la raíz del concepto no es la misma: mientras anarquía alude a la ausencia de un gobierno o Estado que dirija la sociedad, acracia supone la ausencia de coerción.

[9] Claude-Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon, frecuentemente nombrado como Henri de Saint-Simon (1760- 1825), fue un filósofo, economista y teórico socialista y positivista francés, cuyo pensamiento tuvo una influencia sustancial en la política, la economía, la sociología y la filosofía de la ciencia.

[10] Michel Serres.(1930-2019)1 fue un filósofo e historiador de las ciencias, miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes y de la Academia Francesa, en la que ocupó el asiento número 18.

[11] Hetzel, Pierre Jules (1867) Voyages et aventures du capitaine Hatteras, Parìs,. P.1.

[12] Texto: Los hijos del capitán Grant (2 Tomos. BIBLIOTECA MUNDIAL SOPENA. Editorial SOPENA). Buenos Aires,1938. Páginas 54 a 80.

[13]  Texto: 20.000 leguas de viaje submarino. Biblioteca “LAS OBRAS FAMOSAS”, Editorial TOR-S.R.L. Buenos Aires 1945. Páginas 189 a 194 y 222 a 223.

[14] Un capitán de quince años. BIBLIOTECA MUNDIAL SOPENA. Editorial SOPENA. Buenos Aires,1945. Paginas 3 y 92 a 95.

[15] Robur, El Conquistador. Editorial Sáez de Jubera, Hermanos.1900. Páginas 30 a 97. Madrid.

[16] Dos años de Vacaciones. BIBLIOTECA MUNDIAL SOPENA. Editorial SOPENA. Buenos Aires,1944. Páginas 251 a 254. Buenos Aires.

[17] El faro del fin del mundo. Aula de Literatura. Editorial VICENS VIVES.  Barcelona, 2011. En toda la obra hay referencias a Chile y su territorio.

[18] El Ácrata de la Magallania. CLÁSICOS EN EL PRESENTE. Editorial ERASMUS. Barcelona 2011. Toda la obra se desarrolla en el extremo sur de Chile.

[19] Isla Hoste forma parte del archipiélago de Tierra del Fuego . Pertenece al sector que para su estudio se ha denominado como de las islas del S y SE. Administrativamente pertenece a la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, Provincia de la Antártica Chilena, comuna Cabo de Hornos. 1 La isla queda dentro del parque nacional Alberto de Agostini2.Desde hace aproximadamente 6000 años hasta mitad del siglo XX sus costas fueron habitadas por los pueblos kawésqar y yagán.

Bibliografía

  1. Armiño, M (2018) Julio Verne. Viaje al centro de la mente. Editorial Páginas de Espuma. Madrid, España.
  2. Benites, J.J (1988). Yo, Julio Verne. Colección, Memorias de la Historia. Editorial Planeta, Madrid, España.
  3. Dehs, V. (2005) Jules Verne. Colección, Monografìas. Editorial EDAF, Madrid, España.
  4. Fernández M,C (1944) Julio Verne y América. Colección Buen Aire. Editorial EMECÈ, S.A. Buenos Aires. Argentina
  5. Gómez-Pintado, P. (1977) Julio Verne. Colección Caminos Abiertos. Editorial Hernando. Madrid, España.
  6. Parada, J.G. (2018) Jules Verne y la Francmasonería. Editado por el Autor, Estados Unidos de Norteamérica.,
  7. Viñas, D (1966) VERNE: un revolucionario subterráneo. Colección Letras Mayúsculas. Editorial Paidos.

Publicado por ALCIFF

Asociación de Literatura de Ciencia Ficción y Fantástica Chilena. Fundada el año 2017.

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