Cuando pienso en la literatura fantástica y en cómo esta ha sido marginada por el canon nacional durante décadas, y en la manera diferente en la que un lector y un académico enfrentan la lectura de una obra de esta naturaleza, recuerdo las palabras de Orson Scott Card al momento de abordar ese momento: “(…)Sabes que el mundo va a desplegarse delante de ti, y esperas a conocer las reglas. Un académico dice inmediatamente: ¿Qué quiere decir con dos lunas? , ¿Qué simboliza esto? , ¿Está el personaje loco? Porque la realidad, para el académico, no se cuestiona. Busca la metáfora. Y trata de leer metafóricamente lo que en la ciencia ficción se presenta literalmente. La ciencia ficción sigue llena de metáforas, pero se presenta alegóricamente, con objetivos en la historia, no sólo en el estilo o la forma de escribir el autor. El académico no está intelectualmente preparado. Mientras que el lector de ciencia ficción está preparado para leer tanto la ficción académica como la ciencia ficción.”
Este año, al igual que en 2017, Letras de Chile y el canon nacional apostaron a llevar a cabo el Segundo Encuentro Internacional de Literatura Fantástica y de Ciencia Ficción, lo que daba muestras de una apertura al género fantástico y, como preámbulo de este importante evento literario, se llevó a cabo el Segundo Ciclo de Lecturas Fantásticas que tuve el honor de organizar junto a Sergio Amira, aunque este último finalmente abandonó el proyecto. El criterio de selección de los autores se basaba en:
- Dar espacio a los autores que no pudieron participar en el ciclo anterior.
- Que el autor hubiese publicado al menos una obra en papel (lo que implicaba que pasó por el proceso de edición y corrección de estilo de una editorial).
- En esta oportunidad se amplió la invitación no solo a autores de Ciencia Ficción y de lo Fantástico, sino que además se incluyó a autores de la Fantasía (en sus diversos subgéneros) y del Terror.
- Privilegiar el balance entre hombres y mujeres en la medida de lo posible.
- Dar espacio a nuevos autores.
En la primera versión, que se llevó a cabo en el Instituto Cultural Banco Estado, reunimos a 21 autores nacionales, y en esta nueva entrega realizada en las dependencias de Casa Colorada de la Municipalidad de Santiago, logramos citar a 18 escritores, entre los cuales tuvimos a 7 mujeres leyendo en los tres géneros.
Primera sesión del Segundo Ciclo de Lecturas Fantásticas.
El día miércoles 15 de mayo dimos inicio a la primera sesión de este ciclo de lecturas fantásticas. Letras de Chile era coorganizador junto a la Biblioteca Nicomedes Guzmán de la Municipalidad de Santiago, quienes acogieron a los autores en su bien implementado y cómodo auditorio, donde Juan Jiménez Ubeda, encargado del recinto, nos asistió de muy buena manera.
Hubo una asistencia aproximada de unas treintaicinco personas, que estuvo marcada por un breve homenaje al recientemente fallecido Omar Ernesto Vega, ingeniero, profesor, escritor y divulgador científico, responsable de recopilar y digitalizar las obras primigenias del género en Chile. Dicho homenaje lo llevó a cabo José Hernández, joven que se ha dedicado a la investigación de la literatura fantástica chilena y que hizo una descripción de la trayectoria de Omar y su impacto en la literatura nacional.
Macarena Areco dio la bienvenida y moderó la ronda de lecturas. El presidente de Letras de Chile, Diego Muñoz Valenzuela, dirigió algunas palabras al público asistente poniendo énfasis en el espacio que la corporación quiere darle al género, también aprovechó la ocasión para dar a conocer el Segundo Encuentro Internacional de Literatura Fantástica y de Ciencia Ficción, que se desarrollaría en el mes de junio en Santiago y Punta Arenas.
Participaron en esta primera sesión los autores Daniel Leal Arancibia, quien leyó su texto del ámbito de lo fantástico, “La templanza”. Hugo Riquelme Becerra nos compartió su texto “La ventana de Olduvai”, donde incursiona en la ciencia ficción. Michael Rivera Marín se apegó al género del Terror con «Bubín». La joven autora de fantasía Midori Gale leyó un extracto de su novela Archimago, y Felipe Tapia Marín nos leyó el capítulo inicial de su ópera prima de fantasía inspirada en la mitología chilena, Tierras de Magia, Mares de Brujería. Al final los escritores recibieron un diploma de participación de manos de la misma Macarena.
Finalmente Macarena Areco invitó a una sesión de preguntas donde los autores pudieron interactuar con el público brindándonos su punto de vista respecto a la situación de la literatura del género en Chile y en cómo la visualiza el canon nacional. Se pronunciaron en cuanto a si existe o no una “identidad nacional en torno a la literatura fantástica y la ciencia ficción”, hubo puntos de vista encontrados al momento de definir “¿qué es fantasía y que es ciencia ficción?”. También hubo acertados comentarios respecto a que los autores del género están en ese proceso de evolución hacia el desarrollo de mejores historias con calidad narrativa para lograr encantar no solo al público lector, sino que también a la academia, a fin de que dichas historias sean materia de debate.
Segunda jornada del Ciclo de Lecturas Fantásticas
El días miércoles 22 finalizó una nueva sesión y ya estábamos en “tierra derecha”, pues quedaba la última tanda de lecturas que se llevaría a cabo el 29 de mayo. El público asistente fue variado y llamó especialmente la atención que eran en su mayoría jóvenes lectores. Además tuvimos la presencia de las revistas online LDP MAGAZINE y Homúnculo, de Espectro Ediciones, dedicadas a la difusión de la literatura. Estuvieron presentes también Ingrid Guzmán y Laura Rivera, de “Lector Viajero”, como también hubo representantes de la Asociación de Literatura de Ciencia Ficción y Fantástica chilena (ALCiFF). Seguidores de los distintos autores presentes en esta sesión y como dato curioso se sumó al público un antiguo colaborador de la ya desaparecida SOCHIF (Sociedad Chilena de Fantasía y Ciencia Ficción).
Alfredo Corrales, de Letras de Chile, brindó algunas palabras de bienvenida y moderó la ronda de lecturas. Los autores presentes en esta jornada fueron en su mayoría mujeres, aún a pesar de la ausencia de Ana María Deik, quién se excusó por problemas de salud, pero estará presente en la última sesión. Por otro lado, el terror y lo fantástico se tomaron la tarde con textos asombrosos y espeluznantes. Leyeron en este mismo orden: Claudia Andrade Ecchio, quién nos compartió un capítulo de su novela Maleficio, que se adentra en el mundo de la brujería. Andrés Urrutia nos siguió espantando con un extracto de su novela Hijos de la ira, que transitaba también por el mundo siniestro de los brujos y los mitos. Cuando ya creíamos habernos librados de lo espeluznante, Carolina Yankovic nos sumergió también los misterios de la etnia Selknam, con su cuento “Kreeh háaten” (La Luna está furiosa). El respiro lo puso Leonardo Espinoza quien nos trajo una historia del ámbito de la ciencia ficción, nos leyó “Erz”, parte del relato final de su fix-up Más espacio del que soñamos. Finalmente, Alicia Fenieux, quien es autora también de ciencia ficción, aunque ella aclara que solo escribe distopías, nos leyó su cuento Refugio.
Durante la ronda de preguntas se planteó por parte del público la inquietud de saber por qué la literatura fantástica y de ciencia ficción, está inmersa en temáticas que son depresivas, oscuras y poco alentadoras. A lo que algunos autores respondieron que el mundo no vive buenos momentos y escribir sobre “un mundo feliz” sería lejano a la realidad, por otro lado, varios entre los autores manifestaron que “no era la labor del autor hacerse cargo de los problemas de la sociedad”. No obstante, esto fue solo una pincelada de lo que vendría después. Un interesante debate se generó entre el panel de autoras y parte del público entorno a la “invisibilidad de la mujer” en el canon literario fantástico y clásico. Camila Valenzuela y Claudia Andrade Ecchio fueron quienes defendieron más fuertemente esta postura. Alguien sugirió la interrogante de por qué había tan pocas autoras escribiendo ciencia ficción, a lo que varias entre las escritoras respondieron diciendo: “es altamente probable que haya mujeres que escriben ciencia ficción, pero no las publican” (Claudia Andrade), “las estadísticas son generadas por hombres” (Camila Valenzuela) y “una autora decide si quiere o no escribir sobre un determinado género, no está obligada a hacerlo” (Carolina Yankovic).
Jornada final del Segundo Ciclo de Lecturas Fantásticas
El miércoles 29 tuvo lugar la última sesión. A pesar del temporal de viento y amenaza de lluvia que asoló al gran Santiago durante ese miércoles, que trajo como resultado el corte de energía eléctrica en algunos sectores de la capital, esto no fue impedimento para que hubiese buena asistencia de público, entre los cuales se contaba a algunos miembros del directorio de la corporación Letras de Chile. Don Hernán Escobar, ilustrador y escritor de cuentos de la ya desaparecida revista Rocket, quien fuera también un antiguo colaborador de la SOCHIF (Sociedad Chilena de Fantasía y Ciencia Ficción), se repitió el plato. Además se dio el lujo de leer un par de cuentos de su autoría.
En esta ocasión hubo algunas palabras de bienvenida de Luciano Ojeda, coordinador de bibliotecas y premios literarios de Santiago, quien agradeció la buena asistencia de público y destacó los beneficios del acuerdo de colaboración mutua entre el municipio y Letras de Chile. El moderador en esta sesión fue Fernando Moreno.
En esta jornada los escritores presentes fueron Beda Estrada, monje benedictino que vive en la abadía de la Santísima Trinidad en Las Condes y nos leyó su texto: “Un día más… de ciencia real y… monotonía…”, luego deleitó al público con el extracto de uno de sus relatos titulado “Cuota de falsedad”, que forma parte de la antología Quiero la cabeza de sir Arthur Conan Doyle, de la editorial Contracorriente. Enseguida, Patricio Alfonso, quien es Licenciado en Filosofía de la Universidad Católica de Valparaíso y como un ferviente seguidor del género del terror leyó: “Antonia y la Tempestad”, cuento que forma parte de la clásica antología Poliedro V, de editorial Bajo los Hielos. Soledad Véliz Córdoba fue la única mujer del grupo, pues Ana María Deik y Mayda Plant no pudieron estar presentes por temas personales. Soledad leyó “El vínculo“, cuento que está dividido en tres partes: 1-El mar, 2-Gravedad y 3-Lirios de Agua. Luego fue el turno de Héctor Olmedo, médico cirujano de la Universidad de Chile, quien nos compartió su texto titulado “BIZCOCHO”, con el que incursionaba en la ciencia ficción más dura. Finalmente, pero no por ello menos importante, Joseph Michael Brennan, autor de fantasía que leyó “Equinoccio”, el primer capítulo de su novela La sangre de los dioses, que es la tercera entrega de su saga Las memorias del juramento y que fuera publicada por el sello Montena, en 2018.
En la ronda de preguntas el público quiso conocer más acerca de las influencias de cada uno de los autores, también en cómo enfrentaban el desafío de construir su narrativa, si es que esta respondía a susurros interiores o es afectada por la realidad contemporánea que vive el país. Las respuestas fueron variadas, pero todos coincidieron en que cada uno crea en base su propio criterio, ya sea que consideren o no factores exteriores.
Diego Muñoz Valenzuela cerró la jornada agradeciendo la buena asistencia en todas las sesiones e invitó a todos a acudir a la inauguración del Encuentro Internacional de Literatura Fantástica que se llevaría a cabo en el Café Literario Parque Bustamante, oportunidad en la habría una ceremonia de apertura, una conferencia, lectura y panel de escritores.
Así finalizó el Segundo Ciclo de Lecturas Fantásticas con buena participación de los autores invitados quienes deleitaron con sus obras inmersas en los géneros de la Ciencia Ficción, la Fantasía y el Terror, siendo esta la antesala al Encuentro Internacional, pero comportándose como una actividad con su propio carisma y sentido. Agradecemos a todos los escritores que aceptaron el desafío, tanto en esta versión, como la anterior y que fueron:
Primer Ciclo: Jorge Baradit, Carlos Páez Sepulveda, Michel Deb, José Luis Flores, Armando Rosselot, Martín Muñoz Kaiser, Jorge Alberto Collao, Catalina Sallem Gresel, Claudia García Mendoza, Yamila Huerta Serrano, Claudio Jaque, Dauno Tótoro, Daniel Guajardo, León de Montecristo, Alejandro Salazar D’alessandri, Mario Bustos Ponce, Joctán Yusef Zafira Figueroa, Belén Cereceda y Carime Jackson.
Segundo Ciclo: Daniel Leal Arancibia, Hugo Riquelme Becerra, Michael Rivera Marín, Midori Gale, Alicia Fenieux Campos, Felipe Tapia Marín, Claudia Andrade Ecchio, Andrés Urrutia Ruíz, Carolina Yankovic, Ana María Deik, Leonardo Espinoza, Camila Valenzuela León, Beda Estrada, Patricio Alfonso, Soledad Veliz Córdoba, Héctor Olmedo y Joseph Michael Brennan. Como también a los moderadores: Macarena Areco, Alfredo Corrales y Fernando Moreno. Lamentamos la ausencia de Ana Maria Deik y Mayda Plan.
Mis primeros pasos en el mundo de lo fantástico los di en mi niñez, cuando acompañaba a mi padre a esos boliches de intercambio de “novelas de a duro”, allá en los barrios de Recoleta. Ya en mi adolescencia, fui incorporando a autores de mejor estirpe. Mi favorito en aquel entonces fue Julio Verne, precisamente por ser capaz de mirar más allá de lo que en su época era posible imaginando ingenios y artilugios muy adelantados para su tiempo, así como viajes a lugares fabulosos como el centro de la Tierra o tan distantes como la Luna y que en aquella época parecían imposibles. Así fue que salió a la luz mi ópera prima Los Peregrinos (Simplemente Editores, 2012). En 2015, Puerto de Escape publica Réquiem para Tahinus, y en 2018, Triada Ediciones publica mi novela Portal de los dioses. Este año 2019, aparecí en la antología del “Microcuento Fantástico Chileno”, de Simplemente Editores. Desde siempre mi mayor preocupación ha sido difundir la ciencia ficción y lo fantástico en las nuevas generaciones, a través de las lecturas en aula de Letras de Chile o en mis propias charlas en colegios y bibliotecas, como también en mis artículos para la revista LDP MAGAZINE.