Por Paulina López – Club de lectura de Alciff
El jueves 23 de mayo, el primer ciclo del club de lectura «Alciff» se reunió para comentar la novela Mugre Rosa de la uruguaya Fernanda Trías. Publicada en 2020 y galardonada con el Premio Sor Juana Inés 2021, la novela nos retrata un mundo distópico invadido por una peste escarlata, que repta en forma de niebla, viento y podredumbre desde el mar hacia una ciudad costera en la que nuestra protagonista, una mujer soltera cuya ocupación es cuidar de un niño que padece un síndrome muy particular, intenta sobrevivir.
La extraña enfermedad se apodera poco a poco de las calles y la gente, acompañada por una estética opresiva y fascinante que Trías nos narra de manera magistral. Dentro de este mundo, la mujer vive un doble aislamiento: el de la epidemia y el de la soledad en sus relaciones. Cada una de estas últimas está cruzada por una unilateralidad, en la que cada contacto social parece quitarle algo en vez de enriquecer y acompañarla. Tanto es así que la atmósfera densa, los ciclos de oscuridad y luz, las algas rojas y la extraña sustancia cárnica que es la Mugre Rosa, procesada por una lejana fábrica de la que el lector intuye una toxicidad inherente, se funden en un monstruo difuso que parece ser el verdadero centro de la acción, del cual la mujer y sus vínculos son solo uno más de sus apéndices.

Dentro de la narración, los cambios se suceden de manera lenta, como una fotografía que se transforma en largometraje sin cambiar su esencia original de capturar sólo un momento, dificultando con ello la lectura a quienes buscaban explicaciones, giros dramáticos, soluciones o desenlaces. La novela parece iniciar en múltiples ocasiones, y el cierre no parece darle un punto final. La protagonista juega con la idea de escapar, acompañando el silente éxodo de sus compatriotas, luchando con un conflicto interno que contrapone el desmoronamiento inevitable de todas las estructuras urbanas y sociales existentes con un espíritu de inmovilidad y destino paralizante.
¿Es esta una novela de horror? Es posible, debatieron los miembros del club. El patógeno de la historia también puede leerse como una semilla de miedo, de inquietud, de crueldad animal y humana. Es la naturaleza que se rebela frente a la insensibilidad del hombre, de la vorágine insaciable de un hambre metafórico y real con el que la especie consume alimentos, recursos y afectos. La misma autora lo declaró en una entrevista: «Quería incorporar lo poético en el horror». Y lo logró.
En resumen, es una novela que se transforma en un clásico instantáneo de la ciencia ficción distópica latinoamericana, visionaria para muchos en cuanto a que precedió cronológicamente a la pandemia de 2020. Cercana en su lenguaje al realismo mágico y al cotidiano de la región, inquietante y cautivante, aunque de acción pausada que juega con el límite de lo exasperante. Una lectura recomendada, sin duda alguna.
Equipo Cronn

