Los otros

Por Romy Riq

Cuando el ser humano no tuvo más remedio que verbalizar sus pensamientos, para poder comunicar a los miembros de su comunidad sobre los peligros del mundo, o sobre qué planta era buena o no para comer, o qué tribu era amistosa o no, o qué persona era confiable o no, inconscientemente se fue gestando la existencia del “Otro” o Los Otros”.

El poder imaginativo infinito que posee el ser humano fue creando toda clase de criaturas y mitos que sobrevivieron al paso de los siglos y de esta forma, Los otros tomaron posesión de todo lo que el hombre dudaba, temía o desconocía, abarcando historias desde el amor, el odio, la verdad y el futuro.

Una vez que se le dio cuerpo y personalidad a los distintos fenómenos naturales, la alteridad se hizo más significativa, y entonces el “otro” comenzó a hacerse notar con sus innumerables materializaciones.

En el otro se explica que existan dos mundos, el material y el espiritual y que por este último sendero transite el chamán, quien asume que este es tan real y tangible como el natural.

Según “El Chamanismo y las técnicas arcaicas del Éxtasis” de  Mircea Eliade, se define al “chaman” tanto como  “hombre-médico”, “ hechicero” o “mago”, como en tanto individuos dotados de prestigio mágico-religioso, quienes son reconocidos por personas importantes dentro de la sociedad primitiva (Eliade pág. 21). Los chamanes son considerados hombres y mujeres de conocimiento, especialistas del alma y sus interacciones con lo divino. De hecho, el vocablo chamán (del tungús šamán ) se traduce como “el que sabe”, o “el que está excitado”, el cual se refiere que en términos de sabiduría y sensibilidad él es un mediador natural entre las personas y los espíritus.

Es el chamán quien siendo un místico y, a la vez poeta, compone las canciones y ritos que le permiten, a través de sustancias alucinógenas, inducir a un trance a quienes lo escuchan o a quienes se someten en busca de alguna cura. Incluso él mismo de vez en cuando emprende “viajes” que lo llevan a otros planos. Pero su rol no termina allí, también es el encargado de guiar las almas de los difuntos y de sanar las enfermedades tanto físicas como espirituales, además de tener habilidades adivinatorias.

En la cultura mapuche, cuyo nombre significa “hombres de la tierra”, los chamanes ejercían su oficio bajo el nombre de machis;  muchos historiadores afirmaron que el rol solo lo cumplían las mujeres de la comunidad, aunque antiguamente este rol también era asumido por hombres, los cuales, se dice que invocaban a los espíritus masculinos asociados a conflictos bélicos.

Dentro de la comunidad algunas se vuelven machis por herencia. Por el lado materno de la familia, muchas veces de parte de la abuela, ya fallecida y, de parte de los machis hombres,  heredan de su abuelo. Las machis que reciben el poder a través de la herencia suelen ser jóvenes, que sufren enfermedades hasta que asumen su vocación, aconteciendo algo similar con las que reciben su poder a través de visiones o perrimontum, que les provoca una enfermedad similar a las machis que  heredan esta condición, con la diferencia que a las primeras les dura la enfermedad durante todo el periodo de iniciación.

Como había comentado anteriormente, es a través del sueño (pewma), que la machi adquiere conocimientos que generalmente son enviados por los püllü (espíritus), las enseñanzas ancestrales y el poder de influir sobre la naturaleza de las enfermedades y otros fenómenos naturales, causadas por los wekufes, espíritus de  energía negativa, principales causantes de enfermedades, muertes o cualquier tipo de desarmonía, por lo que la machi intenta extirpar el mal a través de la ceremonia conocida como machitún.

El kalku

En la cultura mapuche, existe una especie de contraparte de la machi, conocido como kalku, que sería una especie de Brujo malvado -según la interpretación cristiana- aunque el término kalku también incluye a la bruja. En la mayoría de los casos la presencia negativa es masculina.

Estos brujos, al igual que las machis, transitan entre los mundos, pero ellos son empujados por su sed de poder, la riqueza y la venganza, capaces de dañar, rompiendo el orden natural de las cosas, siendo asistidos por espíritus conocidos como wekufes.

“Los brujos son personas capaces de dañar a su semejante, a los animales, sembrados u otros intereses, utilizando poderes que la gente común no posee, poderes que actúan de una manera que no puede ser detectada y que sólo son reconocidos cuando el perjuicio sale a la luz”.

El kalku representa todos los excesos y, a pesar de ello, vive aislado principalmente en cavernas  protegidas por seres como serpientes o el Invunche, una criatura deforme que en sus inicios era un bebe humano, que a medida que crecía, era torcido por el brujo. Se dice que los kalku visten de oscuro y rondan lugares cargados de odio y tristeza, donde hubo muertes violentas o cementerios, donde alimentan y utilizan el poder que obtienen del wefuke.  Se cuenta también que pueden adoptar la forma de animales nocturnos o enormes aves negras o zorros, y quien recibe las visitas de estos, la estima señal de desgracia. Al igual que las machis, toman a su cargo discípulos que antepongan sus deseos al bienestar de su pueblo, y pueden aceptar «encargos» externos siempre que sus propósitos coincidan y saquen algún beneficio, de modo que tampoco son ilocalizables.

Las únicas personas que pueden hacerles frente son las machis, quienes se enfrentan directamente con el kalku, sin embargo, el enfrentamiento no es contra la persona, sino contra los poderes.

Como pudimos ver, la visión de la cultura mapuche hacia ese Otro, es solo una proyección de los temores más primigenios, formando una especie de dualidad, que se verá influenciada por la llegada de los jesuitas.

“El otro habita en nosotros y nosotros en el otro”

Fuente: https://pueblosoriginarios.com

Equipo Cronn

Publicado por ALCIFF

Asociación de Literatura de Ciencia Ficción y Fantástica Chilena (ALCIFF), una organización comunitaria sin ánimo de lucro dedicada a la promoción y desarrollo de la ciencia ficción en particular y la literatura fantástica chilena en general. ALCIFF se desarrolla mediante los proyectos de sus integrantes nacionales e internacionales.

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