Juan Pablo Cifuentes Palma
Soy un escritor chileno de CF con títulos como Dile a Jesús que tenemos hambre (2016), Dios castiga pero no a palos (2016), A oscuras grité tu nombre en el muro de Berlín (2016), Destrucciones a las 11 AM (2018), La supervivencia del caos (2018), Sacsayhuamán: El exilio de los Shuk’tars (2019), Crónica de Terezín (2019), Los cuchillos largos de Videla (2020), Los cuatro humores: La marcha sin fin (2020), El último que muera que apague la luz (2021) y 99942 (2021). Mis textos se han publicado también en antologías nacionales e internacionales y fui finalista en el Premio Internacional de Poesía Gonzalo Rojas.
Conduzco un programa de TV en un canal local de Coihueco, comuna en donde vivo actualmente, llamado Liberarte. Soy columnista en Revista Pudú y en el Quinto Poder. Soy miembro de la Asociación de Literatura de Ciencia Ficción y Fantástica Chilena (ALCIFF) y, desde hace unos años, de la Sociedad de Escritores Latinoamericanos y Europeos (SELAE). Soy un profesor de lenguaje y comunicación, magister en gestión educacional, aficionado al cine, series de TV, cómics, antropología, filosofía, ecología y astronomía. Felizmente casado, amante de la naturaleza y socio en Cambia el clima, una temática fundamental bajo la cual pretendo seguir explorando a través del género de clima ficción (Clifi).
En este sentido, la primera relación que tuve con la literatura de ciencia ficción fue a través de las novelas de Julio Verne y H.G. Wells, que hablaban de lugares inhóspitos, seres extraterrestres y viajes espacio-temporales que fueron fomentando un hábito lector hacia obras que poco a poco fueron convirtiéndose en pilares de una nueva manera de concebir el mundo. Sin embargo, sería la aparición de Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, el eje esencial que transformaría mi modo de percibir la realidad. Comencé a interesarme en la Distopía y bajo esa consigna leí cuantos textos distópicos tenía en mi poder. Dicho acto llevó a que profundizara en lecturas filosóficas y antropológicas sobre el impacto de las sociedades y el comportamiento-pensamiento del ser humano. Por su parte, en lo fantástico tras leer a Tolkien y comprender el mito del héroe de Campbell sentía que las historias de fantasías seguían los mismos patrones, hasta que descubrí a Brandon Sanderson cuya lectura ha sido fundamental para revitalizar mi concepción sobre el género fantástico.
Finalmente, siento que en ALCiFF busco no solamente ser parte de una asociación con escritores y escritoras que compartan temáticas similares a las mías, sino también, tratar de generar los espacios para demostrar a la sociedad que los tópicos planteados en ciencia ficción y en lo fantástico son críticas y, a veces, profecías sobre nuestro comportamiento y la manera en la cual nos desarrollamos en el futuro para generar conciencia social.
