La ciencia ficción como campo de la filosofía, por Lucio Cañete Arratia

Ex-Machina
Ex-Machina (2015), de Alex Garland
Aceptando, tal vez transitoria y parcialmente, que el rasgo que le otorga identidad a una obra de Ciencia Ficción es la tecnología (que no existe en la realidad del público objetivo, aquel a quien va destinada la obra), se observa que este género encara y enriquece asuntos propios del quehacer filosófico.

Para comprender este aporte de la ciencia ficción a la Filosofía, primero es necesario repasar algunos tópicos de la primera. Ahí se encuentran creaciones mecatrónicas como la máquina del tiempo para viajar hacia el presente y/o futuro, la super arma de gran alcance con alto poder destructivo, y el vehículo eficiente para desplazarse a velocidades cercanas a la luz con mínimo consumo de energía. También emergen creaciones biológicas como los mutantes producidos en laboratorio, las creaturas de Frankestein animados de partes orgánicas de distintos individuos y los ciborgs como armónicos ensambles de ser vivo y máquina. Y dentro de las máquinas puras, destaca como ícono aquel robot rebelde, ese que en virtud a su inteligencia deja de ser un autómata o que por un avanzado proceso artificial adquiere sentimientos, siendo capaz incluso de enamorarse y sufrir.

Los zombies, aunque espontáneamente adscritos al género de terror, también pertenecen en su génesis a la ciencia ficción, pues son mutantes de otro tópico: El Experimento Fallido. Los extraterrestres por su parte no son en rigor personajes de ciencia ficción porque no son en sí tecnología ni producto de ella, pero sí lo es el contacto con ellos ya sea a través de la nave espacial o del potente sistema de telecomunicación.

Retomando la definición de género asumida en el presente ensayo como las obras fantásticas que en sus relatos aluden a tecnología que no ha existido en el momento en que ellas son creadas, se excluyen de este género a los cuentos de hadas, fantasmas y seres mitológicos. Entonces la Ciencia Ficción o más precisamente la Tecnología Ficción, se diferencia de otros géneros de la fantasía en que por ejemplo la transformación de una persona se da gracias a una dosis radiactiva, que altera su genética molecular y no por medio de una varita mágica. Aquí una clasificación estricta no considera al Increíble Hulk como un ser de ciencia ficción porque la singularidad de este género es concebir escenarios fantásticos sin violar las Leyes del Universo y este personaje en su transformación viola la más sólida de las pocas leyes aceptadas: conservación de la masa-energía, pues un individuo de contextura media tan sólo puede transformarse durante pocos segundos en un ser corpulento de un cuarto de tonelada solo gracias a la magia.

Esta exclusión de todas aquellas fantasías que carecen en su concepción de tecnológicas (vampiros, hombres-lobo, sirenas, dragones, unicornios…) no empobrece la riqueza de la Ciencia Ficción la cual ofrece algunas respuestas a una de las cuestiones frecuentes del quehacer filosófico que se resumen en la pregunta ¿Qué tal si…? Con todas sus variantes como por ejemplo: ¿Qué tal si la realidad que vivo es una mera manipulación? ¿Qué tal si un robot inteligente se siente tan humano que reclama por sus derechos civiles? ¿Qué tal si viajo al pasado y me enfrento a mí mismo? Es decir, la Ciencia Ficción sirve para realizar experimentos mentales en escenarios aunque tecnológicamente distantes, son probables; tal como se expondrá en los siguientes párrafos.

Una de las primeras inquietudes de la Filosofía es sobre la realidad que se vive o más exactamente, que se cree estar viviendo. Un clásico en este asunto es la Alegoría de la Caverna de Platón donde unos hombres encadenados perciben su entorno como sombras sobre la pared rocosa de la cueva donde están cautivos sin saber que afuera existe todo un mundo. Más tarde Descartes postuló que el mundo donde se vive es sólo una ilusión, un fraude orquestado por un demonio empeñado en engañar. Esta inquietud la Ciencia Ficción la aborda en varias obras, siendo el arquetipo la película Matrix (Hermanas Wachoswky, 1999) donde la realidad percibida por humanos encapsulados es producto de un poderoso computador que la simula.

Otra cuestión filosófica es “¿Quién soy? ”, donde Sócrates fue uno de los primeros en sentenciar el “Conócete a ti mismo”. En este ámbito la Ciencia Ficción nos muestra interesantes alternativas como por ejemplo que se puede ser un robot sin saberlo, en aquella supuesta humanidad formada por androides en la película Extinción (Ben Young, 2018) donde los protagonistas se conocen a sí mismos. También está la posibilidad que los humanos seamos un mero programa computacional configurado y dispuesto en nuestros cerebros por un ser superior, pudiendo dar paso así a la inmortalidad pues dicho programa con toda su información puede ser conservado y traspasado a artefactos tal como se plantea en la película Trascendente (Wally Pfister, 2014).

En este mismo escenario se conjuga la Antropología Filosófica y la Filosofía Política al cuestionarse qué ocurre con un robot si en virtud a su inteligencia es capaz de razonar y siguiendo al filósofo Kant en cuanto a que los derechos emanan de la voluntad racional, él alega por convertirse en ciudadano argumentando que es plenamente consciente de sus actos. En esta circunstancia la película Blade Runner (Ridley Scott, 1982) relata como en un futuro distópico los robots extremadamente similares a los humanos y dotados de la misma inteligencia, en vez de ser matados (verbo exclusivo para personas), son “retirados”.

Otro asunto siempre vigente en Filosofía es qué tan soberanos somos para pensar y ahí el Libre Albedrío fuertemente criticado por Arthur Schopenhauer tiene un paralelo en la película Pi (Darren Aronosfky, 1998). En dicho film su protagonista después de complejos cálculos y manejo de avanzados artefactos, llega a la plena convicción que el universo completo incluyendo su pensamiento, está gobernado por leyes naturales y que por lo tanto el Libre Albedrío es una mera ilusión.

La Ética como rama de la Filosofía no está ausente en Ciencia Ficción, mostrando en el film Gattaca (Andrew Niccol, 1997) a un individuo con los normales “defectos” de cualquier ser humano como la miopía, quien usurpa la identidad genética de otro joven concebido a través de avanzados procesos eugenésicos para alcanzar ambiciosas metas profesionales.

¿ Qué ocurre cuando una creatura generada por un proceso tecnológico sin eugenesia alguna pero dotado de Libre Albedrío se enfrenta a su creador ? Una respuesta se encuentra en la novela Frankenstein (Mary Shelley, 1818donde el monstruo descarga todo su rencor hacia el romántico científico, sin reparar que el mal resultado careció de toda intencionalidad por parte de su creador.

Finalmente el problema de la Metafísica de los viajes en el tiempo y las paradojas de alteración del curso de los acontecimientos tan discutidas por el filósofo y físico Kurt Gödel en sus modelos matemáticos sobre el espacio-tiempo, parecen no ser problema en el cómic Mampato (Eduardo Armstong y Oskar, 1968). Este niño chileno quien gracias a un cinto se traslada en el tiempo y en el espacio, no altera la historia cuando viaja al pasado, pese a participar activamente en varios episodios. Pero cuando se traslada al pasado reciente para resolver un asunto de justicia que aqueja a un amigo, Mampato tiene especial cuidado de no interactuar consigo mismo.

En resumen, la ciencia ficción es un campo de ensayos mentales para cuestiones que la Filosofía difícilmente puede practicar por sí sola.

Lucio Cañete Arratia, 2020.
Lucio Cañete Arratia es doctor en ciencias de la Ingeniería en el Departamento de Tecnologías Industriales de la USACH. Sus líneas de investigación son la Cibernética y la Biónica, y la Apropiación Territorial. Actualmente se encuentra liderando una investigación para levantar un mapa en donde se encuentran los restos humanos en la Batalla de Maipú. Además ha utilizado la ciencia ficción como parte de una campaña que desarrolla USACH con el propósito de incrementar la imaginación en los alumnos.

8 comentarios sobre “La ciencia ficción como campo de la filosofía, por Lucio Cañete Arratia

  1. Me dejó pensando en la irrealidad o realidad de la robótica , inteligentcia artificial … En la. Dimensiones. Desconocidas pensando en quiénes somos .Reales?? Excelente artículo

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  2. Las cuestiones filosóficas, también sirven de inspiración para la Ciencia Ficción. La existencia, el conocimiento son parte de la temática filosófica. El conocimiento que se transforma en tecnología y que abre el umbral de posibilidades para la existencia y el conocimiento, en un circuito creciente que evoluciona. Sin embargo, esta mezcla de filosofía y tecnología nacen de la mente, son los ingredientes de la imaginación, que decantan en las obras de Ciencia Ficción.

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  3. Lucio, gracias porque me he quedado con un relato consistente y muy educativo; relacionar géneros, ensayos y fantasías entre otros y darnos la oportunidad de cuestionar la Filosofía y la Ciencia Ficción, lo encuentro genial. El paradigma es pensar que la Ciencia Ficción no es solo producto de la fantasía y asociarlo a los avances tecnológicos de la época, la creación de mundos abstractos y el planteamiento de ideas metafísicas están estrechamente ligados a la Filosofía. Me gustó mucho.

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  4. Felicitaciones Lucio por este importante articulo, que me lleva a reflexionar si hoy estamos viviendo una realidad o ciencia ficción, porque si nos observamos quizás tengamos algo de tecnología en nuestro interior al estar todos los días haciendo todo mecánicamente sin darnos cuentas que nos hemos olvidado de que también la parte afectiva es importante como así el valorar al otro que muchas veces lo vemos pero lo ignoramos porque hay que cumplir como un ser tecnológico.

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  5. Pareciera que los seres humanos estuviéramos buscando en la ciencia ficción lo que no somos, lo que no fuimos, lo que deseamos ser. La inconformidad parece ser nuestro lema, es por eso que a través de esta -la ciencia ficción- nos complementáramos o aliviáramos nuestro intimo deseo de ser lo que no somos.

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